Con la talla de piedra es evidentemente la tradición de nuestra modernidad: idea de la escultura como volumen primordial (más que como representación figurativa propiamente dicha) y el empleo de la piedra y la talla como material y procedimiento preferente. El propósito de síntesis formal y una cierta voluntad “arqueologista”, egipciaca, son sus principales características del lenguaje.
En su línea actual de investigación en se encuentra la serie “ Alea iacta est”. Las esculturas se encuentran “suspendidas” dentro de cuerpos geométricos regulares.
Estas piezas son la combinación de fragmentos del cuerpo atravesados por cables de acero que permiten la vibración por movimiento en el interior del poliedro regular. De este modo se refuerza la idea de que la escultura es movimiento y visión en constate cambio. Se busca lo etéreo frente a la solidez.
Con la fotografía el espacio es dibujado a través de mapas corporales que regulan los flujos humanos. El cuerpo es fragmentado como un gigantesco mapa geográfico plegado. Cada imagen es una parte de un mapa total de infinitas redes lineales que interconexionan puntos esenciales en el funcionamiento del cuerpo humano.
Cristina Castro es licenciada en Bellas Artes y Estudios Superiores en “Arte en la Edad Contemporánea” por la Universidad Complutense de Madrid. Trabaja en educación desarrollando proyectos de innovación educativa en la entidad FUHEM
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