Quizás quiso decir

Quizás quiso decir

Extrañar el lugar

Extrañar el lugar, verlo por primera vez, como el niño de la La piel del cielo de E. Poniatowska: Madre ¿Allá se acaba el mundo?

jueves, 11 de febrero de 2010

“quizá tú tampoco eres tú” Solaris, Tarkovsky


El científico Kris Kelvin (Donatas Banionis) es enviado a una estación espacial que gira en torno al planeta Solaris, al que rodea una especie de océano que se cree pueda ser una especie de cerebro pensante. Todas las informaciones que llegan de la estación son extrañas y carecen de sentido, así que la misión de Kris es la de comprobar qué extraños sucesos ocurren en la misma. El personaje de Kris evolucionará de forma drástica a lo largo de la película, ya que si al principio se muestra como un tipo frío y extremadamente racional, al final acabará sucumbiendo a las pasiones y emociones que se desencadenan en la estación.
Breve sinopsis: Ricardo Pérez

El cuadro Cazadores en la nieve, de Brueghel, activa la memoria del personaje Kris sobre su mujer Hari, abrazados, flotan como consecuencia de la ingravidez de la estación mientras suena el Preludio Coral en Fa Menor de J. S. Bach.
En cada película de Tarkovsky hay, sin falta, la presencia de un cuadro que de una manera concentrada expresa la idea completa del filme. En La Infancia de Iván es el Apocalipsis de Albrecht Dürer; en Andrei Rublev, los iconos de Rublev; En Solaris, las pinturas de Brueghel y en Nostalgia, la Madonna de Piero della Francesca. En su cinta final El sacrificio hay pinturas de Leonardo Da Vinci e íconos rusos.
De esta manera, la imagen fílmica, que está tan influenciada con el sentido de la pintura y luego transformada en lenguaje fílmico, regresa a la pantalla en su forma primaria, a través de un cuadro pictórico.
Para Solaris, sugirió la creación de una atmósfera que sería similar a la que vemos en las obras del pintor renacentista italiano Vittore Carpaccio. La imagen es de la orilla de Venecia, barcos de vela. Hay muchos personajes en el primer plano. Pero lo más importante es que todos parecen estar envueltos en sí mismos. No se miran el uno al otro o al paisaje, no interactúan con su entorno. Se crea una extraña comunicación, una atmósfera "metafísica".
La ingravidez de los personajes, que también encontramos en otras obras de Tarkovsky como El Espejo que ya os mostré en la presentación, nos acerca a ese extraordinario mundo del arte, donde todo es posible y la realidad se confunde con la ilusión. Magos, sacerdotes, religión, artistas.
Unas buenas reseñas sobre la película las podéis encontrar en miradas de cine
y La linterna Mágica 




Inside the Mirror (Andrei Tarkovsky) escena de la Levitación


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